Cualquier negocio,
independientemente de su naturaleza, puede introducirse en el sistema de las
franquicias pero antes de hacerlo deben tenerse en cuenta factores como el
producto, la planificación, la ubicación del local y la elección de los socios.
El negocio asociado es una buena oportunidad para expandir una marca siempre
que se haga tomando una serie de precauciones.
Antes de poner en marcha un sistema de tiendas en cadena es
fundamental conocer que esta fórmula sólo es viable si se trata de un negocio
de éxito probado, con beneficios suficientes y con una actividad de largo
recorrido. El franquiciador debe estar seguro de que posee una oferta
innovadora, distinta a la competencia y con demanda.
Uno de los principales aspectos
que debemos tener en cuenta es que el control del negocio se deja en manos de
una tercera persona, por eso es de vital importancia elegir como socios a
aquellos que entiendan la filosofía y la manera de trabajar de la empresa. Debe
estudiarse al franquiciado desde el punto de vista personal y profesional,
conocer sus valores, cualidades, experiencia y profesionalidad.
El modelo de franquicia puede
reportar muchos beneficios si se realiza de forma correcta y realizando una
planificación de la situación en la que se encuentra la empresa. El negocio
debe estar listo para la expansión, puesto que si se realiza de forma
precipitada puede tener una respuesta totalmente contraria a la que esperamos.