La frase “el cliente siempre
tiene la razón” es muy reveladora dentro del ámbito empresarial y debe tenerse
siempre en cuenta. La satisfacción de
los clientes es la base fundamental sobre la que se sustenta el éxito de las
empresas y marcas.
En este sentido cabe destacar la
calidad del trato que las empresas otorgan a sus clientes como una de las
claves para vender sus productos y servicios. El cliente necesita sentirse importante
y valorado por la marca para darle su fidelidad y difundirla en su entorno. Según una encuesta
realizada recientemente por Kissmetrics, el 98% de los entrevistados afirmaron
que el servicio al cliente de una empresa es un aspecto determinante a la hora
de comprar o contratar un producto o servicio.
La empresa debe preocuparse por
la satisfacción del cliente en cualquier momento del proceso de compra, tanto
antes de adquirir el producto o servicio como en la atención personalizada tras
haberlo hecho. Tanto es así que una atención al cliente no apropiada provoca
que una marca pierda hasta el 50% de los clientes en 5 años, según los datos de
Kissmetrics.
Para conseguir ofrecer un
servicio de atención de calidad el usuario debe confiar en la marca y estar
seguro de que ésta va a responder de forma efectiva en caso de necesidad.
Perder un cliente por no ofrecer un buen servicio es muy fácil, pero
recuperarlo requiere un esfuerzo muy superior. Sin embargo, cuando el cliente
está satisfecho será más proclive a adquirir otros productos o servicios de
nuestra empresa y a recomendarlos entre su entorno.